La casa se erige en el solar que perteneció a Felipe Martínez de Iriarte (ca.1730). En 1799 la adquiere Antonio Alurralde y la trasforma en una casa doble que en 1804 heredan sus hijas Tadea (mitad oeste) y Josefa (mitad este). Finalmente, Tadea adquiere toda la propiedad junto a su familia. Al enviudar, continua ocupando la casa con sus dos hijas solteras. En 1857, las tres hospedan al convaleciente presbítero José Eusebio Colombres. A fines del siglo XIX, se demuele la mitad Este de la casa (actual Bar El Molino). En los años ‘20, el gobierno de la provincia la adquiere e intenta demolerla, pero por pedido del pueblo tucumano, dado el vínculo con el Obispo Colombres, la conservan y la destinan al Museo de la Policía. En 1943, Don Rafael Jijena Sánchez funda el Museo Folklórico y abre sus puertas en 1945.

La casa responde a una arquitectura doméstica colonial (Período Virreinal, s.VXIII), con tres patios, fachada blanca y austera, techos a dos aguas de tejas musleras (artesanales), carpintería labrada con azuela y anchas paredes de ladrillos asentados en barro. En 1804, la casa se divide en dos partes iguales por razones de herencia. Avanzado el s.XIX, su mitad Este (actual Bar El Molino) es vendida y demolida, transformándose una casa tipo “chorizo”, tal como se la aprecia actualmente.

El Museo tiene como Órgano Rector al Ente Cultural de Tucumán. Se constituye en una fidedigna herramienta sociocultural que reivindica, investiga, preserva, visibiliza y proyecta objetos y conceptos de raigambre popular, forjados en las formas más puras del saber, sentir, pensar y hacer de los pueblos del norte grande argentino. Sin embargo, y entendiendo al folklore como un concepto orgánico en constante actualización, el museo apuesta al dialogo sostenido con el presente y el futuro, en cuanto a propuestas consonantes con las políticas culturales públicas en vigencia. Asimismo, interactúa con los distintos niveles educativos, mediante consultas y acciones concretas (ej. trabajos finales universitarios, presentación de libros).

Vestido del Bicentenario (textil - randa - 1.53m)

Pertenencias de la artista Mercedes Sosa (chalina, chal, vestido, botas, Libro Cancionero de Carrizo)

Pertenencias del grupo folklórico Los Tucu Tucu (atuendo artístico de los integrantes Bulacio y Romero: saco, bombacha, pañuelo; reconocimientos/placas)

Randa del Bicentenario (textil - randa - Ø1m)

Quena “traversera” de Orlando “Chivo” Valladares (caña - 0.30m).

Cajas copleras de Melchora Ávalos -madre- (madera, cuero, tiento, lana - 0.32m (Ø máx) x 0.11m (alto)) y Kika Ávalos -hija- (cuero, tiento, madera, rama, lana - 0.365m (Ø máx) x 0.14m (alto))

Rastra gaucha (cuero y metal - recortado, cincelado - 0.83 x 0.14m)

Mate “cabeza de gallo” (calabaza y metal blanco - modelado, recortado, cincelado - 0.094m (alto) x 0.09m (largo cuerpo con manija)

Mortero de pie (madera de quebracho - 0.80m (alto) x 0.47m (Ø cara superior) y mano de moler (madera de algarrobo - 0.75m (largo) x 0.09m (Ø))

Estribos tipo “baúl” (Madera de chañar y metal - cortado, tallado, remachado - 0.19m (largo) x 0.13m (ancho) x 0.16m (alto)