La reconocida bailarina, docente y arquitecta Ana Teitelbaum, originaria de Tucumán, fue seleccionada para participar en la 1° Residencia Internacional de Artes Performativas del NOA. Esta iniciativa se realizó en dos etapas: la primera en Tucumán y la segunda en Buenos Aires. La residencia es una co-producción de Proyecto Ulmus, Plataforma Lodo y el Ente de Cultura de Tucumán, junto con El Jardín Sahel y la alianza de Cuerpo Sur.
La etapa en Tucumán contó con el acompañamiento de los reconocidos artistas Geli González, Tiziano Cruz y Toti Valdez, mientras que la etapa en Buenos Aires se realizó en El Jardín Sahel.
La residencia se orientó a artistas con proyectos en desarrollo, que trabajen desde una mirada transdisciplinar entre las artes visuales y performáticas. A su vez, propuso generar redes, fomentar la práctica artística situada y promover la profesionalización del sector, con una fuerte impronta de diálogo con el entorno y las comunidades.
En este sentido, la propuesta de Teitelbaum, que forma parte de su proyecto final en la Maestría en Prácticas Artísticas Contemporáneas de la UNSAM, explora un campo indisciplinado que cruza la danza, el registro audiovisual y la escritura. Su trabajo cuestiona el concepto de lo colectivo más allá de lo humano, enfocándose en una práctica relacional con bolsas de escombros que desafía la duración y busca perspectivas menores y enredadas, alejándose de dualismos excluyentes y hegemónicos.
Al respecto, Ana Teitelbaum contó:
El proyecto de investigación-creación que presenté para la residencia, y que forma parte de mi trabajo final de la maestría, consiste en la configuración de un campo indisciplinado que tensiona la danza, el registro audiovisual y la escritura, atravesado por la pregunta por lo colectivo, más allá de lo humano.
«Durante la residencia en Buenos Aires, pude desplegar exploraciones e inquietudes en un marco de trabajo tutorial muy cuidado, atento y profundo. Fue un espacio generativo, arriesgado y de encuentros enriquecedores con los tutores y las artistas co-residentes de Bolivia y Chile, con quienes compartimos experiencias creativas y vitales», valoró la artista.
«Quiero destacar la profesional y generosa gestión de Proyecto Ulmus y Plataforma Lodo, junto a El Jardín Sahel, que permitieron que mi proyecto se relacionara con otros y adquiriera visibilidad. Además, la alianza con el Ente Cultural de Tucumán, a través de la Dirección de Artes Visuales, hizo posible una primera etapa en Tucumán basada en el encuentro y el trabajo colectivo con diversos actores culturales», concluyó.