Por primera vez, la restauración de un edificio patrimonial en Tucumán se transforma en experiencia escénica y colectiva. El Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo E. Navarro abre sus puertas durante su recuperación edilicia para dar paso a un proyecto transdisciplinar que conjuga danza, arquitectura, luz, música y memoria. Así nace UMBRAL, una iniciativa del Ente Cultural de Tucumán, impulsada por la Compañía de Danza Contemporánea de la Provincia.
“Hasta un ladrillo quiere ser algo”, decía el arquitecto Louis Kahn. En esa frase se inspira el corazón del Proyecto UMBRAL, una intervención artística, arquitectónica y cultural que se propone, no solo habitar el espacio del museo durante su etapa de restauración, sino devolverle su latido vital, abrirlo al presente y convertirlo en una experiencia compartida. El edificio ya no es solo un contenedor de arte: se vuelve cuerpo, escenario y símbolo.
El Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro, ícono cultural de Tucumán desde su inauguración en 1916, atraviesa actualmente la segunda etapa de su recuperación edilicia. Tras haberse completado el pilotaje subterráneo que estabilizó su estructura y la consolidación de muros y techos, el museo se prepara para encarar trabajos clave como la restitución de vitrales, molduras, ornatos, la actualización integral de la instalación eléctrica, etc. Esta etapa no solo apunta a recuperar el esplendor arquitectónico del edificio, sino que también habilita un nuevo horizonte simbólico y operativo con el despliegue del Proyecto UMBRAL. El concepto que lo guía es claro: museo vivo, museo que late.
Lejos de quedar cerrado y en silencio, el museo se transforma en un espacio de acción: se abren sus puertas a través del arte. Desde el 26 de abril, y con funciones los días 27 y 29 del mismo mes, el público podrá ingresar al museo para ser parte de una experiencia transformadora. La entrada será gratuita, con cupo limitado, y solo por inscripción previa.
El cruce de disciplinas como umbral poético
UMBRAL es una creación que trasciende los géneros. Es danza, sí, pero también instalación visual, arquitectura viva, música, teatro, diseño e iluminación. La Compañía de Danza Contemporánea de Tucumán (CDCT), cuerpo estable del Ente Cultural de la provincia, lidera la acción performática dentro del espacio. Cada bailarín y bailarina dialoga con el edificio, lo recorre, lo habita, lo interpreta. El cuerpo humano deviene metáfora del edificio y viceversa.
La acción no se agota en lo estético, sino que busca activar sentidos. La danza contemporánea se funde con el espacio arquitectónico en un gesto político y poético. Como afirma el equipo curatorial: “Nos involucramos. Entramos en la piel del otro. Cruzamos el umbral juntos”.
Durante semanas, los integrantes de la CDCT se sometieron a un proceso integral de preparación con técnicas de yoga, aikido, teatro y laboratorios de improvisación. Este abordaje apunta a una escena real y profundamente humana, donde la danza no solo es movimiento, sino también herramienta de reflexión y transformación social.
“Brilla lo que hiere”: la instalación de Gustavo Escalante
El artista visual tucumano Gustavo Escalante suma su obra al proyecto con la instalación escultórica “Brilla lo que hiere”. La pieza, realizada con papel metalizado cuidadosamente plegado, dialoga con la tensión entre lo visible y lo oculto. En su centro, un ladrillo suspendido —símbolo de lo estructural, de lo que sostiene— actúa como ancla y umbral: un punto de cruce entre lo sólido y lo frágil, lo que se ve y lo que se intuye. La luz revela lo que el material quiere ocultar. El espacio se vuelve metáfora.
Un museo que recuerda y renace
Desde su fundación en 1916, el Museo Timoteo Navarro ha sido epicentro del arte y la identidad cultural tucumana. En sus salas se formaron generaciones de artistas, y su acervo representa uno de los patrimonios más valiosos del NOA. Hoy, ese mismo museo decide renacer de la mano del arte contemporáneo y con una mirada de comunidad.
El Proyecto UMBRAL propone erradicar la idea del museo como un edificio clausurado. Durante su restauración, se lo resignifica como lugar abierto, latente, en transformación. Un organismo que respira con su gente, que se muestra imperfecto, en proceso, y que encuentra en el arte una forma de sanar y continuar.
Fechas, acceso y equipo creativo
Funciones abiertas al público:
Sáb 26 de abril (estreno) – 21 h
Dom 27 de abril – 20 h
Mar 29 de abril (Día Internacional de la Danza) – 20 h
Las funciones serán con entrada libre y gratuita, con cupo limitado a 80 personas.
Se ingresa por calle 24 de Septiembre 486 (Ente Tucumán Turismo)
Las entradas deben gestionarse mediante inscripción previa en el siguiente formulario:
Formulario de inscripción
Autores del proyecto
Idea original: Arq. Martín Piliponsky Braier
Autores del proyecto: Arq. Martín Piliponsky Braier, Solange Courel y Lic. Sol Rodríguez Díaz
Este equipo multidisciplinario articula conocimientos del arte, la arquitectura, la danza, la curaduría, la producción cultural y la gestión pública, marcando un precedente en la forma de entender la relación entre patrimonio y comunidad.
Agradecimientos
El Ente Cultural de Tucumán agradece
Al Gobierno de la Provincia de Tucumán, por su compromiso con la cultura y el patrimonio.
Al Ministerio de Educación, del cual depende el Ente Cultural, por acompañar y respaldar las iniciativas que fortalecen la identidad cultural de nuestra provincia.
Al Ente Tucumán Turismo, siempre apoyando nuestras iniciativas.
A la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU), por su colaboración técnica y acompañamiento constante.
A Solange Courel por acompañar a la CDCT en un nuevo camino.
A los artistas invitados que se suman con su talento y memoria viva: Adriana Lucero, Guido Fortini y Gonzalo Ortega.
A Ricardo Rojas por poner luz donde más se necesita.
A Daniela Villalba, Noe Andrade, Joel Alonso, Mariano Juri y Juan Pablo Cadierno por dar voz al cuerpo de bailarines.
A Andrea Bulacios Zamora por acompañar a las ninfas.
A los músicos: Facundo Gutiérrez, Lourdes Fuentes y Luis Mansilla.
A La Gaceta y a La Papelera del NOA por su acompañamiento.
Gracias por creer en el arte como camino para construir comunidad.
UMBRAL no es solo un espectáculo. Es un puente hacia lo posible.
Es la promesa de que aún en medio de la restauración,
hay latido, hay vida, hay comunidad.