EDUARDO SACHERI

Eduardo Sacheri admite que la escritura tiene un poder catártico que permite sacar a flote cosas internas que de otro modo quedarían  sumergidas en un “enterramiento” interno dañino. 

El consagrado autor de La pregunta de sus ojos llevada al cine y premiada con el Óscar con el nombre “El secreto de sus ojos”, vuelve al encuentro del Mayo de las Letras pero esta vez para participar de manera virtual y por televisión (La Gaceta Play, Canal 11 CCC).

En una charla con el Ente Cultural habla de las dificultades que plantean el nuevo mundo a causa de la pandemia, de la escritura, de por qué escribe ficción, de cómo la historia atraviesa sus narraciones y de la construcción de sus personajes.

Sacheri nació en Castelar (Buenos Aires) donde reside actualmente. Es licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Luján. Ejerce la docencia en el conurbano bonaerense. Tiene publicado cuentos y novelas, entre muchos otros títulos: Aráoz y la verdad (2008), Papeles en el viento (2011), Ser feliz era esto (2014), La noche de la Usina (también llevada al cine por Sebatián Borensztein como “La odisea de los giles), Lo mucho que te amé (2019). El funcionamiento general del mundo se publicará en breve.

También desde la revista El Gráfico ha escrito columnas sobre fútbol, algunas de las cuales han sido publicadas en antologías: Aviones el en cielo (2011), Las llaves del reino (2015),  y El fútbol, de la mano (2017). En 2015 se incorporó al programa Perros de la calle emitido por Radio Metro, donde presenta una columna sobre literatura.

“Si vamos a vernos en el Mayo de las Letras de manera virtual,  agradezco esa posibilidad al menos detrás de una pantalla. No puedo evitar un dejo de tristeza de que este encuentro tenga que ser a la distancia”, expresa quien ha visto alterada su rutina de trabajo en los encuentros con los lectores, una parte importante en su vida.

En cuanto a la labor docente, señala que es más complicada la situación: “Hacemos lo que podemos en cuanto a mantener el contacto por vía virtual.  En el área metropolitana de Buenos Aires, los muchos meses sin clases se notan y es muy complicado dar clases así”, se lamenta.

 -¿Qué es para vos escribir ficción?

Es una manera de revisar mi propia mirada en relación a la vida, de hecho en mis ficciones, no es que recreo lo que me ha sucedido, pero sí lo que pienso, lo que temo, lo que deseo, lo que proyecto, lo que analizo en relación a la vida de las personas en general, y en mi propia vida en particular. Inventar historias es como un modo lateral de reflexionar sobre la vida. Me hace muy bien disponer de esa herramienta.

 -¿La escritura es catártica para vos?

Sí, sin duda lo es. Te permite sacar a flote, hablar de cosas que de otro modo quedarían muy enterradas dentro de tu persona y probablemente ese “enterramiento” te hace más daño que si las sacás a oxigenarse.

 -¿Cuando empezás a escribir tenés toda la historia en la cabeza o se va definiendo cuando avanzás?

En mi manera de trabajar establezco dos momentos bien diferenciados. Un primer momento en el que construyo la historia, la armo, la organizo, la defino y cuando tengo bastante claro los personajes, los hechos principales, y el principio y el final de la historia, recién me pongo a escribir. Cuando me siento frente a la computadora a redactar una novela lo esencial ya lo tengo claro. Tengo un mapa en la cabeza de cómo lo voy a construir.

 -¿Los personajes cobran vida propia, cómo concebís ese proceso de creación?

Tiene vida propia en esa etapa inicial de diseño, especulación, de juego de hipótesis, que es la primera parte del trabajo. Lo interesante en un segundo momento es descubrir a fondo cómo piensan, cómo hablan, cómo se mueven en la realidad, cosa que cuando empiezo a escribir no lo tengo claro. Te diría que son personas a las que voy conociendo a medida que los escribo.

 -Tus personajes están involucrados en los sucesos de la época, por caso, en tu exitosa novela La pregunta de sus ojos aparece la Triple A, ¿qué te parece más interesante desarrollar la ficción o la realidad?

Soy licenciado en historia y en ese sentido la realidad  y el pasado de las personas y de las sociedades me importa mucho. Creo que se me contagia al momento de escribir esta cuestión de que los personajes e historias mías están anclados en un tiempo, en un espacio, en una cierta realidad histórica. Me pasa con frecuencia y tiene que ver con este “vicio” de lo mucho que me interesa la historia y de lo mucho que influye en todas las personas y en todos nosotros.