Claudia Piñeiro regresa al Mayo de las Letras
El proceso de la escritura, la comunicación con los lectores, el éxito, el aislamiento social y la lucha por la ley de aborto, son los temas principales de una charla amena con la reconocida escritora Claudia Piñeiro, que dirá presente –esta vez on line- en la 16 edición del Mayo de las Letras Digital, con el auspicio del Consejo Federal de Inversiones (CFI).
La exitosa autora de Las viudas de los jueves, ofrecerá una entrevista el día 28 de mayo, a las 21 horas, por La Gaceta Play (Canal 11 – CCC).
Escritora, periodista, guionista, dramaturga y contadora argentina, Claudia es una de las autoras argetinas más leídas en la actualidad. Desde su primer libro editado Un ladrón entre nosotros (2004), tiene más de 40 títulos publicados: Catedrales, su última novela (2020); Elena Sabe (2006); Quién no (2018); Las Maldiciones (2017); Tuya (2008); Una suerte pequeña (2015); Las grietas de Jara (2009); Un comunista en calzoncillo (2013); Betibú (2011), entre otros. Ha obtenido diversos premios nacionales e internaciones por su obra literaria, teatral y periodística. Por Las viudas…, convertida en un clásico que fue llevada al cine, recibió el Premio Clarín de Novela 2005; también recibió los premios LiBeraturpris 2010 (Clarín/Alfaguara, 2007); Sor Juana Inés de la Cruz 2010 (Alfaguara 2009).
En teatro su obra Cuánto vale una heladera fue estrenada en el marco del ciclo de Teatro por la Identidad 2004 y publicada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología; como así también su drama Un mismo árbol verde ha sido candidato a los premios Florencio Sánchez y María Guerrero, y ganó el Premio ACE 2007. Sus obras fueron traducidas a varias lenguas.
Su pluma obliga a la reflexión y a no soltar el texto hasta el final. Pone sobre el tapete temas de actual discusión como la despenalización del aborto y la hipocresía católica. Catedrales y Tuya, son una muestra, donde encaja la crítica social, el humor negro y la ironía.
- Hasta ahora sólo hay trabas en la lucha de las mujeres, ¿Cómo sigue la búsqueda de mejores derechos?
-La lucha de las mujeres siempre tuvo trabas pero también es cierto que en los últimos años hemos avanzado muchísimo. Si miramos atrás la lucha ha sido muy exitosa. Las mujeres hemos ocupado lugares que antes no podíamos ocupar, hemos conseguido derechos y estamos cerca de conseguir otros derechos que conseguiremos. No es un camino fácil porque quien tiene el poder siempre prefiere retenerlo y no compartirlo.
Pero es un camino que no tiene vuelta atrás. Simplemente con la pandemia hay algunos temas que han quedado en suspenso porque tenemos otras urgencias. Si no hubiera sido por eso, hoy estaríamos debatiendo la ley de aborto legal, segura y gratuita en el Congreso. El Coronavirus marcó la agenda de otra manera y es lógico. Eso no cambia en nada la lucha. La lucha sigue, la búsqueda de mejores derechos para las mujeres en Argentina sigue. Está la mirada, el esfuerzo puesto en eso esperando que pase la pandemia para poder continuar.
- Es una escritora prolífica, ¿cómo opera en usted el proceso de la escritura? ¿Qué situaciones la inspiran?
-Todo lo que escribo arranca con una imagen disparadora, se instala en la cabeza y a partir de ahí la dejo que macere. Si hay personajes, espero que hablen y que muestren cuál es su conflicto. Le doy un tiempo para que se vaya completando, al principio es una imagen más estática. Luego esa misma imagen me va contando cosas, voy tirando de ese amasijo, donde está todo lo que será una novela o un cuento, pero que hay que ir tirando para sacarlo.
Ese proceso puede llevar meses hasta que me pongo a escribir la primera página. Pero confío mucho en esa primera imagen disparadora que tiene algo de la materia de los sueños. Uno a veces no sabe por qué sueña lo que soñó, puedo encontrar algún resto diurno como alguna película, un libro que leí, algo que disparó ese sueño. Y estas imágenes que me disparan la escritura tampoco sé bien por qué son lo que son. Las dejo estar ahí, las alojo en mi cabeza y cuando entiendo de qué van, empiezo a buscar la forma de encontrar las palabras para escribirlo.
- ¿Es un ejercicio que surge de la inspiración o es una búsqueda?
- No es una búsqueda. No me pongo a buscar, por caso, en el diario un hecho que me dé tema para escribir. En general hasta ahora siempre apareció la imagen antes de necesitar buscarla. Sí busco cuando me piden un encargo, un cuento para determinada antología, ahí hay una búsqueda.
Nunca tuve mucho problema con respecto a que me aparezcan estas imágenes y empezar a escribir. Tampoco tuve mucho problema con la hoja en blanco, por ahora.
- Desde el primer día hasta ahora, ¿cómo analiza el hecho de ser exitosa?
-Habría que definir primero qué es ser exitoso porque hay muchas maneras de entender lo que es un escritor exitoso. Lo que sí sé es que soy una escritora que tiene muchos lectores, que a los lectores les gusta esperar mi próximo libro, entonces tengo la posibilidad de que la editorial me vuelva a editar porque los lectores son fieles y siguen toda una trayectoria, no solamente el libro en cuestión, sino el que viene. Eso también te genera la responsabilidad de que el próximo esté a la altura del anterior, y si es posible que sea mejor.
-¿Qué le permitió llegar al lector?
- Creo que parte de esa complicidad que se da entre lo que escribo entre mi persona como escritora y narradora y los lectores, hay una comunicación. Para mí escribir es un acto de comunicación. Yo no sé quién está del otro lado, si es hombre o mujer, qué edad tiene. No escribo para un tipo de persona en particular, pero sí sé que hay otro, entonces escribo como un acto de comunicación, sé que hay otro que va a recibir ese mensaje, que lo va a leer y le va a pasar algo con eso. Va a entrar a su cuerpo y va a salir distinto eso que yo escribí.
Entonces, tener en cuenta todo eso puede ser que me permita establecer una comunicación particular con los lectores.También creo que hay una búsqueda de historia, y en lo que escribo hay generalmente historia, una narración de una historia. Mucha gente necesita que se le cuente un cuento, una historia.
- ¿Qué mirada tiene sobre el actual aislamiento social? Cómo lo vive?
- Lo que estamos haciendo es lo necesario para cuidarnos, mientras no haya una vacuna ni medicación. No me hace feliz estar aislada, pero sé que no puedo hacer otra cosa, entonces trato de tomarlo más con resignación que peleándome con esta circunstancia; y tomando como norma las recomendaciones de los que saben: los epidemiólogos, los médicos, la gente del Ministerio de Salud, siguiendo sus indicaciones para que esto termine lo más rápido posible. Mientras tanto, ocupando las horas de distintas maneras. A veces con mejor resultado, otras veces con peor resultado.
Se está haciendo largo, cada vez cuesta más sobre todo no poder ver a las personas con las que uno tiene un trato casi diario, en mi caso a dos de mis hijos, que hace 60 días que no los veo. Es lo que más me cuesta.