Hace una semana que Eleonora Cassano, la gran bailarina argentina reconocida a nivel internacional, llegó a Tucumán. Durante diez días está abocada a dar clases al Ballet Estable – clásico- y al Ballet Contemporáneo de la provincia. Atrás quedaron las largas giras y los escenarios, hoy se dedica a la docencia y a viajar a dar clases en distintos puntos del país. Por lo general la convocan de academias para enseñar a niñas, por lo que en este caso trabajar con profesionales de los ballets se siente distinto, implica un trabajo muy intenso y gratificante. “Mis clases son especiales porque hablo un montón con los chicos, les cuento experiencias. El día que nos conocimos estaba maravillada cuando llegué al teatro, y les dije que aprovechen y disfruten todo lo que les pasa”.
Arranca temprano cada día para dar clases al Ballet Estable en el Teatro San Martín. Allí, junto al cuerpo clásico que este año cumplió 60 años trabajan durante dos horas y media. Luego los bailarines se quedan ensayando con la coreógrafa Norma Quintana para la función de Romeo y Julieta que estrena este sábado. Eleonora, por su parte, va al encuentro con el Ballet Contemporáneo. Es el turno de ellos de aprender de la maestra. “Me parece sumamente importante que existan estos cuerpos estables dependientes de la provincia- ballets, coros, orquesta, banda sinfónica, teatro estable, elenco de títeres y marionetas, etc-. Los artistas necesitamos el apoyo del Estado, ser bailarín y poder vivir de eso es algo que no pasa en todos lados”.
Las bailarinas y los bailarines de ambos cuerpos están entusiasmados, como así también sus directoras – Mercedes de Chazal del clásico y Patricia Sabbag del contemporáneo-. Cada mañana implica un nuevo desafío, y están dispuestos a aprender y aprovechar de esta oportunidad. “En cada clase me lleno de energías, y al terminar me agarra una emoción enorme porque me agradecen, me aplauden, y en ese aplauso me brindan un cariño enorme… hasta me pongo colorada porque me demuestran mucha admiración y eso me alimenta el espíritu”, cuenta conmovida.
Eleonora es casi una tucumana más, vino incontables veces por eso conoce la movida cultural y artística de la provincia en profundidad: “Tucumán es un polo de cultura, aquí se le presta muchísima atención y es la única forma posible para que crezcan y salgan artistas completos, y que la gente también pueda disfrutar el arte en su máxima expresión. Si no hay apoyo cultural en cada provincia no se crece como país y creo que aquí a eso se lo tiene muy claro”.
Sin dudas la visita de Eleonora Cassano marcará un antes y un después en la carrera de los bailarines de los cuerpos estables de la provincia. Diez días de compartir experiencias, de aprender, de bailar, de volar.